19 de noviembre de 2012
Yo parecía el mayor de los bobos, supremamente felíz por tu heróica hazaña de escribirme desde lo que yo sabía que era, desde luego, el celular de tu mamá. Por eso no me atrevía a escribirte, además de que tampoco tenía idea de cómo escribirte. Mi miedo por el tiempo de la recepción del mensaje me llevaba a creer que podría meterte en el peor de los lios sobre la faz de la Tierra, así que me levanté, desayuné y partí hacia internet a lo que sería la preparación de los nuevos detalles del blog que he creado para ti. Busqué como un desesperado cómo se hacía para enviar un mensaje de un móvil nacional a otro extranjero, valga la redundancia. Cuando terminé decidí escribirte en unos versos a modo de poema, lo que era una especie de clave para que pudieras saber que te estaba preparando una nueva entrada en el blog, y te lo envié a mediodía porque sabía que a la hora del almuerzo cualquiera puede tomar el celular de otro mientras los demás almuerzan, y esa era mi esperanza de que fueras tu quien lo leyera. El todo por el todo, muy arriesgado pero funcionó. Prometo que no lo vuelvo a hacer. En la tarde como es normal, estuve en la universidad y me regresé a las 8:30PM cuando ví que ya no habían más posibilidades de ampliar el margen de éxito en encuestas. Cené al llegar y luego he subido hasta mi habitación, sabiendo que en la tarde, en mis espacios libres estuve creando la plataforma nueva de navegación de este, tu blog, mi diario o mensualario, y que ahora tan sólo estaba a la espera de unos retoques de diseño y ser alimentado para su nueva entrada. Faltaban doce minutos para las 11:00 de la noche cuando llegaron dos mensajitos tuyos, y yo alegre, feliz y contento te escribí te te envié el mensaje de sopetazo sin darme cuenta que sucedió de nuevo lo de la hora fantasma… Los mensajes tenían hora de llegada de las 10:29PM así que me fue imposible saber si te había dado algún tipo de problema si llegado el caso tu madre hubiese terminado de hacer lo suyo y hubiese llegado a tomar el celular sin que los mensajes te hubiesen llegado aún. Fue muy imprudente de mi parte y no volveré a hacerlo a menos que esté completamente seguro de que el lapso de tiempo es completamente confiable.
Bueno mi amor hermosa, mi amada, mi niña y mi princesita hermosa y adorada, es hora de cerrar mis ojos, ya estoy cansado y quiero levantarme a continuar trabajando en la tesis. Te amo mucho mi cielito preciosa amada mia mia mia y sólo mia!!
Realmente me haz hecho una falta terrible y espero que este ejercicio no te haga dejar de extrañarme jamás, aunque sea tan solo un poquito.
Te amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
